El porqué de nuestro negocio debe ser la razón por la que fue creado y el por qué hacemos lo que hacemos, de la forma en que lo hacemos.
Esto debería desarrollarse en el plan de negocios, pero, en la vida real, no todas las empresas empiezan justamente por escribir un plan de negocios, por lo que la misión sólo está plasmada en la mente de su fundador… y más o menos… y luego se transfiere al modelo de negocio y al trabajo del día a día. Inclusive diría que muchas veces ni se le da importancia porque “para qué una misión o una visión”, se piensa que es algo muerto pero en realidad dice mucho de nuestros objetivos como empresa.
Hoy quiero motivarle a encontrar su POR QUÉ, si no lo tiene todavía. Para eso puede seguir tres simples pasos:
- Conózcase: qué le gusta, en qué es buenos, qué impacto quiere dejar en el mundo, qué lo inspira, en quién quiere convertirse como persona o como empresario.
- Conozca el mercado y las necesidades de su público potencial, su buyer persona o cliente ideal al que quiere llegar.
- Y finalmente, alinee sus dones, talentos y capacidades con las necesidades de ese mercado, creando una oferta única que sea dirigida por un propósito superior que le permita sentirse realizados y motivado cuando se levanta en la mañana.
Precisamente creo que esa es una de las claves para el éxito de ZEWS, que nuestro por qué no es hacer sitios web y ya, sino que esos sitios cumplan un objetivo y apoyen el crecimiento de nuestros clientes, a través de lograr llevarlos a la primera página de Google para que nuevos clientes se los encuentren… eso nos mueve a trabajar cada día.
Piense en su por qué. Piense que lo hace despertarse en la mañana e ir nuevamente a su empresa. Ojalá lo tenga claro para que llegue cada día con la mejor disposición.