El Internet de las Cosas o Internet of Things (IoT) es una faceta de las tecnologías de la información que permite conectar muchos de los dispositivos y utensilios que utilizan energía, relacionados con nuestra vida cotidiana, con los teléfonos inteligentes, a través de internet.

Para ser gráficos, ya no habrá que regresar a casa para verificar que la cocina quedó apagada o que la puerta está cerrada. Puede apagar la cocina y cerrar la puerta desde el teléfono celular, desde el lugar donde se encuentre.

¿Cuáles dispositivos y aplicaciones domésticos puedo controlar?

  • Aparatos electrodomésticos: La cocina, la refrigeradora, la lavadora, la secadora, la cafetera…
  • Dispositivos de iluminación y calefacción: El aire acondicionado, el termostato, los bombillos.
  • Dispositivos de seguridad y vigilancia: Cámaras de vigilancia y alarmas, sistemas de monitoreo de vida asistida, detectores de humo, cajas fuertes.
  • Productos de salud y estado físico: Aparatos que miden el ejercicio, los pasos, el sueño, el peso, la presión arterial, etc.

¿Cuáles otros dispositivos me interesan directamente?

Son productos en desarrollo, cuya aplicación se encuentra en la fase experimental o se está comenzando a ver en pequeños territorios. Entre ellos están los sistemas inteligentes de gestión del tráfico, como peajes y multas de tránsito, y los sistemas de gestión de residuos, para establecer un cobro adicional sobre los excesos de producción de residuos sólidos, en empresas y residencias.

Además, están los usos industriales –fuertemente favorecidos por internet- en lo relacionado con líneas de montaje, distribución de mercancías, etc.

¿El Internet de las Cosas tiene riesgos?

Los tiene, y muchos. Son riesgos de características parecidas a las que pueden tener todos los dispositivos asociados a internet, como los teléfonos, los televisores y las computadoras, pero con la particularidad de que, por tratarse de “cosas”, puede haber una tendencia al descuido.

Ya se han dado casos, bien documentados, de autos siendo controlados de forma remota a través de Internet, como en este que fue muy famoso:

¿De qué manera me puede afectar?

Puede entregar datos importantes a los delincuentes, datos sensibles sobre cuentas bancarias, estados financieros y estrategias empresariales, hasta información sobre las rutinas de los usuarios:

  • Contraseñas: El inconveniente proviene de que hay dispositivos que requieren el uso de una contraseña segura.
  • Violación de la privacidad: Hay sistemas de vigilancia para monitorear ambientes, de forma remota, que pueden ser accesibles a los ciberdelincuentes. Es importante evaluar la necesidad de que estén conectadas por internet y, en caso necesario, utilizar contraseñas seguras.
  • Robo de información sensible: Lo recomendable es separar las redes desde las cuales se conectan los dispositivos IoT de otros dispositivos, como computadoras y teléfonos en que se guarda información sensible.
  • Generación excesiva de información: Aunque los datos que genera un dispositivo IoT puedan parecer insignificantes, éstos pueden ser recolectados para inferir otras informaciones. Es recomendable saber qué tipo de datos recolectan los dispositivos, y configurarlos, para evitar eventuales inconvenientes.

 ¿Por qué el IoT no es suficientemente seguro?

En parte, se debe a la frenética labor de los delincuentes informáticos por explotar vulnerabilidades que les puedan generar algún provecho y,  en parte, a la falta de interés de algunos fabricantes en aumentar la seguridad de sus productos.  Esto, desde luego y como todo en tecnología, irá evolucionando (en ambos lados, el bueno y el malo) a través del tiempo.

¿Qué hago para protegerme, en el mundo IoT?

Hay algunas reglas básicas, fáciles de aplicar: Adquirir productos fabricados por marcas de confianza; utilizar contraseñas seguras y cambiarlas con frecuencia; cambiar el nombre de usuario o contraseña que vienen por defecto y estar actualizando el software de los dispositivos.

Hay que recordar que internet nos ofrece beneficios que, hasta hace poco, la humanidad jamás había imaginado; pero también hay que tener presente que la humanidad nunca ha estado al margen de la acción de los delincuentes.

De ahí la necesidad de tomar, también en los dispositivos IoT, todas las previsiones posibles, para evitar que nos puedan robar algo muy valioso, de la forma en que, al salir, acostumbramos comprobar que puertas y ventanas queden cerradas.

En todo caso, posiblemente ya estés disfrutando del IoT, de alguna manera, aunque no lo sospeches.