La oportunidad de participar en una rifa es irresistible para una gran parte de la población, particularmente si la suscripción en el sorteo es gratuita y el premio es tentador.
Podría pensarse en que las loterías y las rifas están exclusivamente orientadas a generar ganancias para respaldar obras de beneficencia y desarrollo social; pero los sorteos también son parte de las estrategias empresariales, para promocionar una marca, ganar clientes y aumentar la facturación.
Hoy, los sorteos con interés empresarial son más que frecuentes, en redes sociales como Facebook, la mayor comunidad de usuarios del mundo y uno de los ideales de todo empresario está orientado a ganar seguidores y, con ellos, a clientes potenciales.
Para lograrlo, realizan concursos y, aunque logran captar la atención de considerables cantidades de seguidores, pueden estar cometiendo infracciones a las políticas de Facebook que conduzcan al bloqueo temporal e inclusive al cierre de su página.
Todo esto sin tomar en cuenta que puede estar atrayendo a un público equivocado, que va a desaparecer en cuanto termine el concurso, muy posiblemente decepcionado y molesto por no haber ganado el premio.
En el aspecto de marketing, siempre va a ser importante asesorarse con expertos en concursos; pero es elemental recordar que Facebook es el dueño de Facebook, condición ventajosa que le permite establecer condiciones, con el respaldo de la Ley.
Entre los diversos errores que los empresarios están cometiendo, al realizar concursos, están:
Comparte y gana
Este es un concurso que aparece con alguna frecuencia, a pesar de que está prohibido por Facebook, por engañoso. Es, de hecho, la causa más común de cierre permanente de páginas de seguidores, por incumplir las normas de promociones de Facebook.
El propósito de compartir en su biografía invitando a participar en un sorteo o a compartirlo en la biografía de un amigo, está dirigido a conseguir más seguidores para la página, pero el inconveniente proviene de que éstos nuevos concursantes están protegidos por las herramientas de privacidad de Facebook.
En consecuencia, las herramientas para hacer rifas pueden realizar el sorteo entre los que le dieron “me gusta” a la publicación o pusieron un comentario, pero no pueden “ver” a las personas que comparten la publicación.
Significa que quienes comparten la publicación no participan en el concurso, algo que es considerado por Facebook como injusto y falto de transparencia. Es algo que se puede seguir haciendo, pero si Facebook lo detecta –algo que es muy común- como ya se dijo, la página puede ser bloqueada o desaparecer.
Dele “me gusta” y gane
Facebook tiene prohibido recompensar a las personas por usar un plugin social o darle un “me gusta” a una página. Las “Fan Gates” fue una de las técnicas más utilizadas para ganar nuevos seguidores; pero el sistema bloqueaba el acceso a promociones, ofertas y contenidos a los usuarios que no fueran fans de una determinada marca.
La técnica fue prohibida con el argumento de asegurar conexiones de calidad, para ayudar a los negocios a ganar seguidores que valgan la pena, y no sólo a los que acuden atraídos por incentivos artificiales.
De toda manera, va a ser mucha la pérdida de tiempo y poca la ganancia, si los participantes solamente han dado “me gusta” para participar en la rifa o si algunos de ellos son de esos individuos que manejan cientos de perfiles espurios.
Etiquétese y gane
Es una forma muy eficaz de promocionar la marca, a cambio de un premio, pero está prohibida y es penalizada por Facebook, porque es una forma de animar a los usuarios a que etiqueten fotos en las que no aparecen.
Se considera que, con los nombres de los participantes registrados en la foto, se puede hacer un sorteo justo; pero hay que valerse de una herramienta de sorteo (que puede ser gratuita) y pegar manualmente los nombres de los participantes en una hoja de cálculo. Si son muchos participantes, el trabajo va a resultar laborioso.
El sentido común
Un concurso se realiza para ganar seguidores y, con ellos, a clientes potenciales. Pero es de poco a nada lo que se logra, si no se recurre el sentido común, en el momento de seleccionar el premio.
Hacer una inversión importante en un premio atractivo que nada tiene que ver con la marca que se está promocionando o los artículos que produce o vende la empresa, va a atraer participantes, pero no seguidores leales y menos clientes potenciales.
Todavía más contraproducente puede resultar la selección de un premio barato y de baja calidad. En este caso, lo que puede atraer es una oleada de comentarios negativos que afecten la imagen de la empresa.
No significa que, en su afán de promocionar la empresa, haya que regalar un automóvil o un viaje en crucero alrededor del mundo. El premio puede ser de bajo costo, pero debe ser parte de la línea de productos que fabrica o vende una empresa, para generar sinergia.
Fijar un objetivo
La esencia de un concurso es atraer más clientes, pero un premio atractivo abierto a todo público, puede traer más complicaciones que beneficios. Un “gym”, por ejemplo, puede rifar premios atractivos, como una máquina de hacer ejercicios o tres meses gratuitos entre quienes quieran bajar de peso o mejorar la apariencia de su cuerpo.
Pero no va a lograrse ninguna retribución, si el ganador y una buena parte de los participantes en el concurso no pueden visitar el gimnasio por razones de lejanía. El ganador toma la máquina, se va y desaparece, si –como es muy posible que ocurra- la empresa no ofrece un curso On-line de fisiculturismo. El concurso debe tener un objetivo.
Una foto no ayuda
Una buena foto siempre va a ser atractiva, pero en un concurso es poco lo que ayuda, si no se le puede acompañar con un texto que resulte confiable al lector. El inconveniente proviene de que Facebook no permite la publicación de una foto con más de 20% de texto.
El inconveniente es mayor porque en el muro de una página de Facebook sólo se puede hacer una publicación promocional. Si Facebook detecta que se está incumpliendo la regla del 22% (cosa que es muy posible que ocurra) lo priva de toda aspiración de promocionar el concurso.
Claro que queda la alternativa de publicar anuncios en la columna de la derecha, donde no se exige el cumplimiento de la regla del 20% de texto.
Las bases del concurso
Todo concurso debe ir acompañado por una serie de condiciones, establecidas en la legislación de cada país. También Facebook establece bases para realizar un concurso. No incluir las bases del concurso puede conducir a un verdadero problema.
Facebook establece reglas y concursos y sorteos en que exige el cumplimiento de las leyes oficiales. En consecuencia, quien realice un concurso es el responsable de que se cumpla a cabalidad con las leyes vigentes.
Entre otros detalles, en las bases del concurso se deben incluir los términos de la oferta y los requisitos para optar por la promoción; el cumplimiento de los requisitos legales y una exoneración total de Facebook de toda responsabilidad ante cada concursante y una salvedad de que la promoción no es patrocinada, avalada, administrada ni asociada a Facebook.
Pedir demasiado
Los datos que aporten los participantes en el concurso generan métricas importantes para la toma de decisiones empresariales, pero si se les pide mucho, es posible que una buena parte de ellos abandone el formulario cuando va por la mitad.
La respuesta de los concursantes y la buena disposición de suministrar datos (como el correo electrónico, el número telefónico o la dirección) dependerá mucho de la calidad del premio. Por un viaje a Hawái se puede sacrificar un poco de tiempo; pero éste no es el caso de concursos en que se rifa un almuerzo en alguno de los restaurantes locales o una plancha eléctrica.
Los términos de un buen concurso
En conclusión, las herramientas de Facebook permiten la realización de concursos o rifas que permiten conseguir nuevos seguidores rápidamente. Pero éstos han de ser de calidad.
Un buen concurso debe tener un fin y estar respaldado por una buena estrategia. De ahí la importancia de que el producto que se esté promoviendo esté en estrecha relación con las necesidades del consumidor.
Con el premio seleccionado y el público meta, lo siguiente es decidir el tipo de concurso a realizar. Hay dos:
Mediante plataformas externas conectadas directamente con Facebook, que permiten la creación de una página especial para el concurso (permiten dar seguimiento y los cambios que se van dando en el concurso). Muchas de estas plataformas son gratuitas y las que no, son de bajo costo. Además, son muy intuitivas y fáciles de utilizar.
Hacer el concurso directamente en la página, sin utilizar aplicaciones externas.
En materia de concursos, Facebook permite que los usuarios le den a “Me gusta” o que escriban en una fanpage un comentario en una publicación; pedir a los usuarios que publiquen lo que quieran; pedir a los usuarios que envíen un mensaje privado y usar el mecanismo de “Me gusta” para designar al ganador.
Pero siempre habrá que tener presentes dos cosas de especial importancia: Estar atento a las políticas de privacidad de Facebook (que suelen ser cambiantes) y establecer las bases legales del concurso, que deben aparecer por escrito y deben ser fáciles de observar por el usuario:
Sustancialmente, deben estar incluidas en las bases del concurso: La mecánica del concurso; la fecha de inicio y finalización; las restricciones de edad, países, perfiles falsos, etc.; cómo contactar a los ganadores; transparencia y validación de los participantes.
Por lo demás, no hay que caer en errores que alejen a los seguidores, como el abuso con una reiteración que puede resultar molesta, mediante el mismo mensaje. En su lugar, es preciso estar actualizando el mensaje, en específico, y la página, en general.
Entre los diversos elementos del concurso que se deben tomar en cuenta, también es preciso comunicar los resultados, para que los participantes los conozcan, y contestar adecuadamente las consultas que puedan surgir.
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